jueves, 28 de febrero de 2013

En el bicentenario de Orgullo y prejuicio

El 28 de enero se cumplieron 200 años de la publicación de Orgullo y prejuicio de Jane Austen con homenaje de sello de correos incluido. Que yo sepa, a las hermanas Brontë nadie les ha hecho un homenaje semejante todavía, no ya por su bicentenario, el de Emily será el 2048, sino con motivo de cualquier otro evento, aunque tal vez en el 2018 editen un sello conmemorativo de su nacimiento.

Si enfrentamos a Jane Austen con Emily, nos encontraremos con los dos polos opuestos, el romanticismo de pastelería de la Austen opuesto a la rudeza de Brontë con sus personajes de una pieza y tremendamente vivos a pesar del tiempo transcurrido, pero hay gustos para todo y por ello Jane no sólo triunfó en su época sino que continúa haciéndolo con sus novelitas rosa, verdaderamente rosa eso sí, los amores encorsetados de Elisabeth y Darcy parecen ser el prototipo de toda una generación de novelas románticas aptas para un público determinado que no ha pasado de moda en doscientos años.

El tema del amor y el matrimonio, o cómo pescar marido como único objetivo en la vida de una mujer, ha variado muy poco en tanto tiempo y de ahí la continuidad de su éxito. Porque Jane Austen sólo tiene un objetivo en su vida, y por ende en la de sus personajes, casarse, cosa que ella no consiguió nunca pese a todos sus esfuerzos, de ahí que volcara ese anhelo en las novelas que escribía, en lo más parecido a un conjuro.

Una contemporánea suya, Mary Russell Mittford, comentó en una carta que su madre había dicho de la novelista, que era la más bonita, tonta, afectada mariposa cazamaridos que recordaba haber visto nunca.

Y Ralph Waldo Emerson, escribió:

No logro entender por qué la gente tiene las novelas de Miss Austen en tan alta estima, ya que a mí me parecen vulgares tonterías, estériles en imaginación artística, prisioneras de las despreciables convenciones de la sociedad inglesa, carentes de genio, talento y conocimiento del mundo. Nunca la vida fue tan mezquina y estrecha. El único problema en la mente de la escritora... es llegar al matrimonio.

¿Para que continuar? Un par de opiniones que nos merecen todo el respecto ya que son de primera mano y hechas por personas que saben de lo que hablan. Tal vez el mejor retrato de una escritora que si bien nos legó imágenes y costumbres de la sociedad de su tiempo, no puede escapar de un análisis desapasionado y exhaustivo.
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EN EL BICENTENARIO DE ORGULLO Y PREJUICIO Copyright 2013 Estrella Cardona Gamio
http://lacomunidad.elpais.com/estrellacardonagamio/2013/2/28/en-bicentenario-orgullo-y-prejuicio

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